Santiago, Repùblica de Chile
Realicé que siempre pasa así cuando uno está presentado con una nueva manera de ver o experimentar el mundo. Al principio, no puede, o por supuesto no quiere creer... luego le duele, lo causa un sentido profundamente incómodo, el sentido de las células de la mente ordenando y arreglando en una nueva conformación... Al final, llega a una nueva habilidad, nuevos ojos o orejas o parte de su mente.
No sé si he lo expresado bien, pero es difícil. Si hay alguien en el mundo que leyó este blog tan solito, es obvio que en la vida de cada ser humano algo asi ha pasado, y espero que mis cuentos le inspiraran a tal dicha persona.